viernes, 22 de enero de 2010

Sleepless

No puedo dormir. Cierro los ojos, me pongo un antifaz, me acomodo en diferentes posiciones; no puedo desconectar. Todos los avisos de trabajo publicados en el periódico están marcados. Al fin lo logro, unos minutos de descanso... Sueño con trapecistas envueltos en llamas, trapecistas arrepentidos de sus pecados, trapecistas que se siguen columpiando a sabiendas de que morirán carbonizados. Me despierto, ¿o sigo soñando? Me veo a mí mismo, estoy en la cola para una entrevista de trabajo, todos los avisos publicados en el periódico están marcados, de la nada irrumpe una manada de caballos desbocados botando espuma por la boca, caballos de histeria; los veo venir galopando frenéticamente, se abalanzan sobre todos los que esperamos por el empleo. Me quito el antifaz, ya amaneció. No conseguí dormir.

3 comentarios:

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  2. Gracias Rafael por tus comentarios, sin duda eres uno de mis lectores más fieles. Eso, lo aprecio mucho.

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